viernes, 9 de julio de 2010

Tic Tac




Como nunca inmortalizada, paralizada ante el aroma que penetra en mis fosas nasales haciendo estragos con el solo hecho de posarme cerca de tu piel, mientras las nebulosas juegan afuera de la ventana, haciendo nuevas figuras sobre tu cuerpo, deshaciéndose, mutando y desfigurándose en un danzar constante y andante.

Jamás pensé estar tan drogada de esta forma.

La pieza se torna azul, se contornea y fragmenta entre el azar en que mi vista enfoca la luz en tus ojos felinos con hambre de querer mas, con mordidas viscerales que carcomen estos labios morenos. Ni siquiera fue necesario un disparo a mi cigarro ni un sorbo a ese licor que me embriagaban de tus labios.
Un toque, dos toques y el pasaje era directo al espacio sideral mientras sentía el calor de tus yemas sobre mi columna deslizar.

Tic tac, tic tac, el tiempo pasaban, los minutos y las horas se consumían en el mejor fuego hogareño de invierno, la luna se deslizaba y los latidos de tu corazón iban a la par del bombeo de mi sangre y respiración, la mente lentamente se desconectaba de la matriz de la cual engendró los besos más dulces en que la madrugada se gestó, mientras con los ojos aún cerrados sentía el poder de tus pupilas soltando futilmente las mejores melodías para los escombros que estaban siendo reconstruidos por las manos que tiernamente me acogieron dentro de su ser. La densidad se tornaba más fuerte y la melodía que se paseaba por mi oído cada ves se alejaba más de mis terminaciones nerviosas, solamente tomando como sinfonía el azar de tu agitación.

No puedo dormir desde que veo sombras danzar y escondiéndose tras la ventana, amándose lentamente con aroma a rosa azulada.
No puedo dormir desde que las mañanas dejaron de ser ácidas, desde que mis manos dejaron de estar gélidas por el calor de las tuyas.
No puedo dormir, pero ciertamente ni el peor insomnio importa desde que mi cama ya no se siente vacía desde que tu presencia me vino a hacer compañía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada noche te haré compañía mi amor, de una u otra manera, hasta el fin de los días.

 Escribir para vomitar vomitar para eliminar eso que da vueltas por las tripas y la cabeza eso que me atormenta.