lunes, 26 de marzo de 2012



La garganta se seca, los labios se agrietan y en estos momentos solo puedo maldecir. Oye tú, tontorrona, que sacas con ser positiva, entusiasta cuando otros mil gusanos te aplastan.
Oh es que ya no eres bienvenida, ya no eres aceptada, un poco inútil y a la ves ilusa. Piérdete, vuélvete de papel desechable, para pisarte sobre las veredas en invierno, piérdete y vuélvete de piedra para ver si me doy una vuelta a la vieja plaza y te doy un vistazos.
Amigos que no vienen, no vuelven, apuñalan y desgarran. ¿Amigos? perdón señorito perfecto... fantasmas que nunca acudieron a mi llamado, ni cuando grité fuerte, ni cuando les envié los mensajes mas claros.
Padre, ven a buscarme, que estoy bajo la lluvia, padre que fue ausente, padre que fue hijo, Madre que ya no quiere ser madre, madre que ya no tuvo mas hijos. Y la única puta cosa que mas añoraba en este cruel mundo, se desvaneció en una nube negra, pensando, anhelando que descanses y me sigas los talones y los pasos.
Ya son pocas las cosas que me hacen sonreír, aunque siempre esté luchando por una cascara mas blanda aunque siempre juegue a perdedor. En este momento no anhelo carnes blandas, ni cascaras transparentes, anhelo estar enterrada bajo 10 mil toneladas de mierda, para ver si lo que siento es tan real como mis huesos crujiendo ante ese entierro. Quizás estoy un poco muerta, quizás ya no quiero martillar mas sonrisas, considerando el año de mierda que llevo arrastrando ya de varios años. Nunca lo quise ver, perdí muchas cosas como para comenzar a enumerarlas. Y ahora que no queda nada, siento el vacío. En volá me lo busqué, en volá siempre lo busqué y no me di cuenta. No quiero pecar de llorona, de mal agradecida, ni de uy si que mierdita es tu vidita. Estoy peor que gata embarazada pidiendo cariño, cuando todo el mundo sabe que ya nadie la quiere, cuando todo mundo sabe que ya nadie la necesita . Me cansé que todos se rieran de mi inagotable fuente de poder ante los infortunios de la vida, siempre quise torcerle la mano a lo que llegaba.
Me cansé de vivir una vida que ya nadie desea vivir, ni siquiera esta protagonista barata, que ya ni goza, ni llora como solía ser, las cosas perdieron el brillo, como yo. Las cosas ya perdieron el reflejo de lo que yo solía reflejar ante los demás que ya no están.

 Escribir para vomitar vomitar para eliminar eso que da vueltas por las tripas y la cabeza eso que me atormenta.