miércoles, 29 de febrero de 2012

Felino descansar



La casa tan tuya y viva te espera entre el silencio que rompías cada mañana con arañazos a la ventana, miradas juguetonas que penetraban en mis despertares.
Esa casa te ansia, desea ver chorrear cada gota del agua fresca que rozaba tus bigotes y que escurrían por el piso cada tarde de calor.
Las sombras que jugaban en el comedor hacia el patio, bailando tras tus pasos alegres, siguiendo cada almohada de tus patitas, que ha ratos, agitaban su paso para deslumbrarse con lo bonito de la vida. Vida que perdiste, pero que también disfrutaste. Vida que me gustaría que tuviera vida. Para ti. Para sentirla viva contra mi pecho y tu corazoncito latiendo a mil.
Ya nadie me despierta de este sueño que mas bien hoy parece pesadilla desde que te fuiste, ya nadie se alegra con mi llegada, de quienes suelen decir que tu alma es traicionera. Quién mas que yo conoce lo real de tu fidelidad hacia nuestro amor, tan constante y apañadora como quien quiere dormir y no lo hace por el solo hecho de querer acompañarme hasta amanecernos. Levantarme, llenar tu plato y tu agitado comiendo con gusto.
Extraño tus curvas sobre las mias, tu sombra en el pelaje, en el piso y en mis pasos, tu aroma felino, tu mirada placentera e hipnotizadora y tu cola contandome cuentos antes de dormir.
Me acordaré de ti con aquella manta estelar, estrellada como las noches que compartiamos en las noches de verano y yo cuidandote tal como llegaste, pequeño e indefenso, con la mirada agradecida, con un ronroneo sutil pero que se compenetraba con mi ser.
Quiero mas pelajes negros como el tuyo y menos bolsas de basuras negras entregadas por manos ajenas anunciando tu retiro, de mi, de la vida misma.
Cuidaré aquel árbol donde descansa tu cuerpo inerte, la regaré para que te fundas en ella y crezcas frondoso y colorido para que por fin nuevamente sobre tus copas sientas los rayitos del sol, en siestas eternas.
Tú, mi alma gemela felina.

lunes, 20 de febrero de 2012


Dejaré mi ventana entre abierta, como siempre, como si nada hubiese pasado y esperaré que te deslices a mi cama como todas las noches y descanses tu cuerpo, en el fondo, sé que vives en alguna parte de mi. 

 Escribir para vomitar vomitar para eliminar eso que da vueltas por las tripas y la cabeza eso que me atormenta.