jueves, 31 de marzo de 2011

Cubierta.




Un par de palabras lanzadas al aire lo cambian todo cuando los sueños de la razón se transforman en pequeños monstruos bajos tu pies.
Y es enormemente fácil el dejar de anhelar que el sol salga en un día Viernes, es fácil dejar de anhelar cuando los demás perdieron el deseo de amar, amarse permitiendo que todos los demonios posean la cascara frágil que llevan a su cuidado.

A su vez, no es tan fácil el olvidar palabras tan determinantes ante algo tan negativo, considerando las situaciones que cambian tan bipolarmente en días extremadamente soleados.

No salgan de sus camas a menos que sea extremadamente necesario.

Cubierta.




Un par de palabras lanzadas al aire lo cambian todo cuando los sueños de la razón se transforman en pequeños monstruos bajos tu pies.
Y es enormemente fácil el dejar de anhelar que el sol salga en un día Viernes, es fácil dejar de anhelar cuando los demás perdieron el deseo de amar, amarse permitiendo que todos los demonios posean la cascara frágil que llevan a su cuidado.

A su vez, no es tan fácil el olvidar palabras tan determinantes ante algo tan negativo, considerando las situaciones que cambian tan bipolarmente en días extremadamente soleados.

No salgan de sus camas a menos que sea extremadamente necesario.

46 & 2




"Yo elegí vivir y a crecer, dar y recibir. A mover, aprender y amar. A llorar, matar y morir.A ser paranoico y a mentir, odiar y temer. A hacer lo que haga falta para sobresalir. Yo elegí vivir y a mentir, matar, dar y a morir, aprender, amar y a hacer lo que haga falta para dar un paso adelante"



46 & 2

martes, 29 de marzo de 2011





Subamos al más alto de todos los cerros mientras apreciamos el mejor festín de nuestro propio silencio nocturno. Encapsulando recuerdos, encapsulando visiones estelares.


viernes, 25 de marzo de 2011



Tengo una cajita llenos de escritos que nunca me volvieron a decir
llenos de cositas y baratijas que jamás volví a usar
llenos de polvo de araña para que me recuerde que quizas
son cosas que jamás debería recordar.

sábado, 19 de marzo de 2011





La vista del halcón apuntó sobre mi dirigiéndose en picada para rodearme la cintura con sus grandes alas. Me abrazaba fuertemente, era una prisionera con ternura, mientras el ruido de la ciudad no nos desconcentraba ante la simbiosis y el hundimiento de nuestras pupilas unidas.
Una y otra vez el gran astro blanco era pintura sobre nuestras cabezas, el frío se deslizaba entre nuestras piernas y el calor de tu manos jugaba con las mías para mantener nuestro nido templado a donde quiera que vayamos.
A gran velocidad, se disipaba todo, sin mareos ni grandes expectaciones, conversábamos mentalmente queriendo saber a donde íbamos, pero aún así nunca lo supimos, siempre estuvimos en casa.
Tómame con fuerza amor, que no quiero caerme de este viaje jamás, tómame con fuerza querido mío, que yo no sé como amanecerá mañana. Cubrámonos con sabanas de humo verde, cubrámonos con colchas de amor, que enredaré mis cabellos morados en los tuyos y así extinguirnos hasta que la vela se apague y se funda con el último beso antes del alba.

lunes, 14 de marzo de 2011




¿Quién eres y por qué haces esto?.
¿Quién te crees que eres? - grité de un extremo a otro - para entrar a mi casa así como así y ensuciar con tus pequeñas huellas las paredes que acabo de limpiar de todo los hongos que agrietaron alguna vez esta vieja casa.
Ella jamás contestó, parecía no escuchar, parecía no ver. Impulsada por algo ajeno, creo yo que hacía lo que hacía sin tener motivo alguno.
La quedé mirando un buen rato, mientras tiraba las flores al piso, los maceteros chillaban al caer sobre la loza y aunque el ruido era insoportable jamás moví mi mirada fija sobre ella.
Impactante, no podía creerlo.
Aunque ella no me veía y ciertamente jamás prestó atención a mi presencia, trataba de hacer lo posible para que algún rayo de luz la hiciera llegar hasta mi, era inevitable y casi una obsesión de cada día hacer algo para acercarme más y más.
Al pasar el tiempo descuidé la casa, los girasoles murieron de apoco, se secaron en la inmensidad, las arañas tejieron sus propias casas dentro de la mía y aunque la compañía sinceramente me apestaba, no me importaba que su patas cortas corrieran por bajo mi cama.
Las nubes llegaron y con el techo agrietado comenzó el aguacero.
La cama se mojó, mis historias de años se entintaron unas a otras, mezclándose y corriendo por la mesa hasta bajo, un río negro recorría el lugar.
Y yo ahí aún de pie sin hacer nada.
No simplemente el lugar que con techo infinito parecía traer consigo un cielo de expectativas llenadoras y universos infinitos se opacaba cada vez mas como mis ojos con niebla, si no que en parte, algo como de esa casa, moría dentro de mi que yo no vi que existía hasta que fue muy tarde.
Me agrieté, me encorvé, algo en mi se aferró de las malas experiencias de un hogar inexistente.
La pequeña criatura como llegó desapareció y yo sin ningún peso, ninguna escoba, ni trapo, ni siquiera una manito de gato para empezar de nuevo...

Maldita sean las huellas pequeñas, me decía, maldita tú y tu obsesión hacia tu tumba.
Maldigo el día en que no me escuché y sin querer dejé ser lo que nunca me percaté de ser.


¿O si?.

viernes, 4 de marzo de 2011




No hay nada má bonito que despertar así.


Gracias ♥



En mis sabanas siguen las manchas de lo nuestro, no las he cambiado hasta que no vuelva tu cuerpo, yo que he sido escombro de una ruina mal cuidada, en tus brazos ya! puedo dormir, estoy a salvo.

 Escribir para vomitar vomitar para eliminar eso que da vueltas por las tripas y la cabeza eso que me atormenta.