jueves, 31 de marzo de 2011

Cubierta.




Un par de palabras lanzadas al aire lo cambian todo cuando los sueños de la razón se transforman en pequeños monstruos bajos tu pies.
Y es enormemente fácil el dejar de anhelar que el sol salga en un día Viernes, es fácil dejar de anhelar cuando los demás perdieron el deseo de amar, amarse permitiendo que todos los demonios posean la cascara frágil que llevan a su cuidado.

A su vez, no es tan fácil el olvidar palabras tan determinantes ante algo tan negativo, considerando las situaciones que cambian tan bipolarmente en días extremadamente soleados.

No salgan de sus camas a menos que sea extremadamente necesario.

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 Escribir para vomitar vomitar para eliminar eso que da vueltas por las tripas y la cabeza eso que me atormenta.