"Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apagadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre."
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apagadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre."
La luna llena hace de las suyas en la noche eterna que en vela y unas vueltas en mi cama me hacen saber que el sueño es poco conciliable.
La tierra se estremece, la noche donde nada bueno trae consigo hizo caso a sus plegarias.
Quien lo diría, la juerga, los brindis, el cigarro que se enciende y quema una y otra vez fue nada al remezón que pies ajenos, pies vecinos, pies queridos y los míos aguantaron.
Y ahí estabas lunas, pendiente, observante de las hormigas inquietas por su desestabilidad del cosmos.
El polvo se levanta , el trueno cae y la tierra se abre.
Estas cobrando lo que se te debe, en 3 minutos el aire cambia, el cuelo se oscurece y salen las almas desoladas.
El temor sale en cada respiración, la ciudad en sombras fue despertada a los gritos de aquellos que fueron mal juzgados por tu poderoso juicio, las copas dejaron de alzarse al ser interrumpidas, cobrando así el silencio eterno de los segundos.
¿Y qué fue de ti, tierra mía? ¿ Y qué del ser que destruye ? Ahí te ves corriendo en los suburbios desesperado, ¡te pisaste la cola dragón! te pisaste la cola... la incomunicación crece, la desesperación hierve y que gran ironía como todo, ni tu tecnología bastó.
Arde la tierra, arde la tierra, arde la tierra, cobrando lo suyo, cobrando lo de otros.
Y así estarás, estarán, estaremos y estuvimos, uniendo lo humano por fin del nuevo siglo, uniendo por fin lo que se nos está quitando.
27 de febrero, 3:34, 2010 - Terremoto 8,8 grados y mas de 400 muertos.