Las palabras se las lleva el viento.
Y no solo las palabras.
Los besos,
las caricias,
las miradas penetrantes
que me hablaban del refugio del callejero,
del abandonado,
del necesitado.
Por casualidad,
fui una de esas necesitadas.
Sonará horrible pero,
era de esas malditas perras
que les gusta recorrer las calles desoladas,
desoladas pero anhelando
una mano amiga
comida y agua.
Aveces soy felina,
aveces soy canina,
realmente no importa el animal que sea,
mientras baje del cerro
y me transforme en una,
porque esto es una selva
y el león ya me está comiendo.
No importa quien sea cuando ya esté abajo,
es como un Lobo Estepario de mala calaña.
No importa que sea felina,
no importa que sea canina
si sigo viviendo la misma mierda de siempre
llorándole de los tejados a la luna
o aullando entre las sombra
por el maldito recuerdo de tu aroma...
Oh tu aroma...
Y quien iba a pensarque te alejarías
y no tocarías mas la puerta
de esta casa sin paredes ni ventanas,
sin arquitecto ni infraestructura,
quien diría que ya no ahuyentarías
a mis fantasmas
y que no solo eso
tu serías uno mas
a la lista de las cosas
que tengo que olvidar.
La incertidumbre
se pasea en mi lengua,
son como esos sabores
que pocas veces sientes en la vida,
que vas tragando y saboreando
y al final del estomago
está esa pesadez y el retorcimiento de las entrañas.
Soy Tormenta, soy huracán y tu estás en el ojo.
2 comentarios:
eso de la urbanidad, de salir a buscar un que se yo, es algo que ocurre con recurrencia en mi estadia en santiago, pero quizás mi caso sea diferente, tomando en cuenta todo aquello de la ciudad hostil.
Interesante blog.
claramente es un desquite a todo lo que te puede dañar, es un claro arrebato emocional, pero sabes... a medida que pase el tiempo tan solo te traera experiencia atravez de esas palabras. por que estas alimentando a la bestia que tenias escondida, pero esa bestia ya no la necesitas por que ya sabes lo que eres tu y lo que en verdad te interesa para emprender como tal.
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