Sintiendo mis miedos expuesto, impulsiva a punto de no medir consecuencias, dejaría la cagada y mataría a palos si tan solo pudiera, si solo por un momento dejara mi empatía de lado, si tan solo dejara de pensar que es lo mejor para ti.
Juegan conmigo, las sombras, los fantasmas y el ayer. Juegan conmigo y tiran sus hilos sobre mi, no se cuando se gastarán, no sé cuando se aburrirán de mi.
Ya no aguanto mas.
DECIDETE.

¿Cómo la vida dura tan poco y a la vez tanto?
Los recuerdos son mi sombra en este momento, algo que deseo abrazar y que ojalá se quedara conmigo por siempre. Pero eso son, solo recuerdos, hermosos recuerdos... que jamás volverán, solo en una foto, en un aroma y quizás en una canción.
No sé como mi realidad se transformó inmediatamente en un recuerdo lejano, no se como el día de hoy se esfumó para nunca mas volver, así como el amor que te tenía, así como el amor que solíamos proclamar.
Lo único preciso es que mi almohada aún tiene tu aroma, la huella de tu esencia.

Vueltas y vueltas en mi cabeza, la cama y la noche eterna, el pulso acelerado no me deja dormir, su bombeo no me tranquiliza y no me da paz.
Intento desconectarme de mi ser, pero la pregunta vuelve insostenibles veces hacia mi:
¿Qué hice mal?... se lo di todo... qué hice mal.
No puedo comprender, en realidad si, pero no puedo asimilar como la vida cambia tanto de un segundo a otro, como la vida me va transformando por pequeñas decisiones que casi yo nunca tomo.
No puedo asimilarlo aún... hace un par de horas yo lo era todo, hace un par de días, lo éramos todo.
Ahora nuevamente, la misma historia se repite.
Ahora... nuevamente sigo pensando qué haré con tanto amor que guardo y a donde lo reciclaré.
Ahora... nuevamente pienso qué tengo de malo para que la gente no pueda amarme con tranquilidad.
Ahora... nuevamente me pregunto qué es lo que quieren de mi que yo no estoy brindando, qué era lo que querías que ahora ya no eres feliz.
Ahora... nuevamente he perdido la esencia de mi, por sentirme tan poca cosa, no rellenando la vida de nadie, para nadie.
He vuelto a ser nadie.
He vuelto a ser yo.
... no quería.

¿Qué mierda es lo que la gente espera de mi?
No, no soy delicada, elegante, delgada, alta, ni hermosa. No tengo cintura de avispa, ni soy popular, ni especial.
Solo soy un costal de huesos con manos gastadas de tanto querer crear, verborrea y vomito mental.
Doña nadie, especial de nadie. Nada de nada, nada de nadie.
Qué mierda es lo que tú esperas de mi.

He sido un tormento desde el momento en que plantaste aquella semilla en mi.
De aquel capullo solo germinaron monstruos.

Una herida no tendría sentido si no estuviera consciente de las próximas que vendrán.
Las que vendrán, las que se secaron y que nuevamente se han abierto.
Gracias, al parecer tienes una estupenda facilidad para romperme en mil pedacitos.
Nunca seré suficiente.

Cuando quiero, no me das.

Cuando menos lo deseo, me lo regalas.

Que onda tu maldita configuración, desgraciada e incomprendida.

Que hueá tú, vida culiá, siempre jugando conmigo.

Siempre dejando al mejor postor.

Me desangro.
Quiero un guatero, amor y galletas.
Titán y tu mano en mi panza. Eso quiero.
Pero como soy una mujer muy macha y ruda, no tendré nada de eso.
Solo Titán llorando por whiskas y solo yo con un tazón de té de frutilla.

Lo cual... No está nada de mal.

Armándome de odio.
Saca las botas.


¡BOOM!

Existe una frase mágica el cual lo detona todo y no solo por quien las dice, aquella misma frase ha sido capaz de aparecer a través de diferentes episodios, situaciones y épocas.
Lo detona todo, hasta la fibra de mi estomago.
La ingenuidad de mi rostro se refugia ante el escudo sobre mi cuerpo, lista y preparada, observa apunta y ataca.

-Pobrecita, chiquitita ¿qué le han hecho hoy mi amor?

-Nada, solo estoy disfrutando cada segundo en como me imagino tus sesos sobre mis manos.