miércoles, 1 de diciembre de 2010

F Nov-Dic




Me sobrepasa, me exacerba la idea de pensarlo.
Los sueños no premonitorios quieren jugar a serlo.
Un error, tal vez dos, cambiarian una vida y una que otra historia paralela.
Las profecías se harían concretas y extrañamente razonables, haciendome despertar cada ves que deseo dormir.
Tan terrible, como esa agua que no tengo en el día mas intenso de calor y tan nefasto como el aroma de tu piel lejos de la dermis color achocolatada.
Tan poco aceptable como los malditos rollos que nadie desea proyectar ante sus ojos, tan poco predecible como la avalancha de sentimientos que tengo contra algo tan poco palpable como el mismo temor.
Miedo que se engendra de la nada, semilla de otros, que florece ante las propias inseguridades donde sus raices se agarran tan fuerte de mis terminaciones nerviosas que el colapso repentinamente se hace tormenta.
El miedo, el temor, los diablos, fantasmas y pasados a medio deshacerse, a medio terminar conllevan a una felicidad tan utópica que es como si no existiera.
Tan efímera que juego a ser ciega y diosa del tacto para no añorar el momento exacto, más si disfrutarlo.
Y aquí estoy, temiendo tanto como cuando comencé el bendito/maldito año en el cuál mucho mas que una muralla derrumbe y derrumbaron.
Quizás las intuiciones algún día fallen a mi favor, quizás algún día juegue a ganador.
Mucho mas que heridas y cicatrices de guerra, trofeos en la piel y perforaciones para dar el máximo placer, caminaron de forma desigual a mi lado... Hasta que te atrapé.-
... Veamos por cuanto.


 Escribir para vomitar vomitar para eliminar eso que da vueltas por las tripas y la cabeza eso que me atormenta.