Que bueno es sentir aquella sensación de Julio lluvioso en Octubre, Flashback y aromas de la mezcla del cemento con las hojas del piso húmedas por la lluvia. Aromas de un Valpo distinto por las noches de carrete, aromas de caminatas exprés en una madrugada congelada por Libertad.
Sensaciones azules nebulosas de ese Julio, en que la nicotina generalmente acariciaba mi ropa y la madrugada era eterna entre algunos entes difusamente ebrios. Planos cercanos de tu poleron junto al mio, texturas del humo de los labios, luego rojo fuego y calmado, disparos de pieles y manos... me siento una quinceañera.
If only tonight we could sleep y lo somos todo. Simbióticos e ilusos, pero dueños del mundo. Somos sólo dos puntos en este espacio, queriendo entrelazar nuestras lineas entre la bulla del gentío, muchas veces es negro, otras veces es blanco. Con el tiempo los colores se incrementan, otras simplemente se dejan de lado, como el cigarro que va dejando su papel estelar, desgraciadamente la cerveza también, pero... ¿para qué la quiero, si el sabor de tus besos es mejor que antes?
Aquel espacio va cambiando, las hojas de los arboles también. Aveces extraño pisar las hojas de otoño, pero he adquirido nuevas técnicas de supervivencia, como no pisar las lineas del concreto de la calle, equilibrandome agarrada de tu mano... y es que así es mas bonito jugar. Y es que así siento que sigo siendo niña después de tantos cambios.
Mudamos como serpientes y los sentidos se agudizan.
Qué bueno es sentir aquella sensación de Julio lluvioso en Octubre, con todo lo bueno y lo malo que ha quedado y abandonado. Desde aquel entonces sigue creciendo el astro que engendramos juntos, astro que sana cicatrices y es tesoro de nuestro manto.