sábado, 28 de agosto de 2010


Debió haber sido ayer, pero ayer estuve presente en tus amaneceres, tardes y noches asique solo paso para el vestigio escrito de que así fue.

No tengo palabras realmente, no las tengo. Te amo.

lunes, 23 de agosto de 2010

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Lineas suspendidas en el espacio infinito, aveces tensas, aveces sueltas como los cordeles donde las prendas intimas se resecan al sol de primavera en pleno invierno, no avisado ante las masas grises.
Lineas borrosas, garabateadas con olor a miseria, lineas gruesas que marcan el territorio, el limite lejano de mi cuerpo con el tuyo, de la añoranza de tus manos olor vegetal y tu corazón de miel de palma con llama escondida de la esperma de vela que tu misma creaste siendo la propia diosa, la omnipresente y manos activas ante el cielo, el mar, la tierra, lo acogedor y por sobre todo a este ser inmensamente pequeño que perpleja te mira de la lejanía en la que te encuentras.

Nadie entiende. Pero... ¿qué demonios importa? No necesito que nadie entienda a lo que realmente deseo referir... Solo que esta madeja de tripas, esa garganta palpitante que se retuerce al percibir tus últimos abrazos como los últimos alientos de vida quedan trenzados en los cabellos lineales que en este momento sigo esbozando a las 1:15 de la madrugada.

No quarter y me suena a algo más.
No quarter y a gritos mudos espero tus ojos llenitos de alegría, esperando una acogida mucho mas que maternal, casi simbiotica. Mucho mas que simbiotica, casi... cósmica.

No te culpes mas, madre.

miércoles, 18 de agosto de 2010







El insomnio es parte mi poco tiempo respecto a esta madeja que no he podido desenredar.

¿El tiempo?

La poca claridad respecto a esta roja madeja de tripas.

lunes, 9 de agosto de 2010

 Escribir para vomitar vomitar para eliminar eso que da vueltas por las tripas y la cabeza eso que me atormenta.